El Programa Nacional de Convivencia, emitido por la Secretaría de Educación Pública, es una valiosa iniciativa que tiene como propósito impulsar ambientes de convivencia favorables para la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas de educación básica, mismo que forma parte de la Política Nacional para una Escuela Libre de Acoso, la cual propone una estrategia formativa y preventiva para el fortalecimiento personal de los alumnos.
Este ordenamiento de carácter general, dispone que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir una vida libre de toda forma de violencia y a que se resguarde su integridad personal, a fin de lograr las mejores condiciones de bienestar y el libre desarrollo de su personalidad, precisando que todas las autoridades, en el ámbito de su competencia están obligadas a tomar las medidas necesarias para prevenir, atender y sancionar los casos en que niñas, niños o adolescentes se vean afectados por descuido, negligencia, abandono o abuso físico, psicológico o sexual.
En el contenido de cada protocolo se señalan las responsabilidades que corresponden a las madres, padres, o tutores; personal docente; personal administrativo o el que realiza otro tipo de servicios; autoridades escolares y supervisores; mecanismos de atención, prevención y seguimiento; guías de observación de apoyo para identificar indicadores de riesgo; procedimientos de actuación; recomendaciones generales; medidas de protección y formatos correspondientes.
Asegurar la convivencia armónica en las escuelas es tarea conjunta de todas las personas que integran la comunidad escolar.