Una educación basada en valores es una de las herramientas más poderosas para prevenir problemas sociales. En la sociedad mexicana, la magnitud, frecuencia, diversidad y contexto de la violencia, la han convertido en un importante problema social. En consecuencia, la prevención de la violencia por falta de valores es una necesidad inaplazable.
De igual manera, la promoción de la salud sexual a través de la educación sexual integral es reconocida como una excelente estrategia de prevención. Si ésta se dirige hacia la prevención de la violencia y es impartida de manera eficiente, permite el logro de una buena educación integral necesaria para una cultura de paz.